Camila, trabajó 4 años con nosotros en The Canvas Group, luego viaja a California para realizar un Design MBA y complementa sus estudios con su nuevo trabajo de Especialista en Diseño de Operaciones en DocuSign.En The Canvas Group, estamos muy orgullosos de nuestro equipo y de todas las personas que fueron parte de él. En el contexto del día de la mujer, queremos aprovechar esta instancia para conversar con una de nuestras consultoras que actualmente está estudiando en Estados Unidos, queremos entender cómo ha sido su experiencia en el extranjero y los desafíos que ha estado enfrentando, siendo mujer.
Camila, egresada de la Universidad Adolfo Ibáñez, Máster de Innovación y Diseño, trabajó 4 años con nosotros en The Canvas Group, luego viajó a California para realizar un Design MBA, donde está especializándose en Design Operations y complementa sus estudios con su nuevo trabajo de Especialista en Diseño de Operaciones en la empresa DocuSign.
Para mi sorpresa, creo que no estamos tan atrasados en Chile. La lucha del feminismo ha tenido sus avances y está empujando barreras.
La principal diferencia con Estados Unidos es que hay menos procesos formales que sostengan este avance. Por ejemplo, si eres mamá, ¿Qué facilidades te entrega el trabajo para tu desarrollo profesional? ¿Cuáles son los procesos que se están instalando para que las nuevas contrataciones sean más inclusivas?
En Chile no tenemos un reporte formal de las empresas con respecto a minorías, ¿Cuál es el porcentaje de mujeres o minorías en las empresas? En Estados Unidos estos aspectos si están presentes y existe un proceso formal para luchar por la inclusividad, sobre todo el último año con el movimiento “Black lives matter” y todos los acontecimientos en torno al racismo.
Yo creo que en Chile esto también está, solo que atacado desde en un contexto social, pero que de todas formas avanza.
Creo que el principal desafío es la falta de formalidad ¿Cómo hacemos para que más mujeres puedan tener estas opciones? ¿Cuáles son las acciones como empresa que ayudan directamente a este tema?
La realidad chilena es que para las mujeres es más difícil crecer y llegar a cargos de liderazgo, esto es un hecho.
Tanto en Chile como en Estados Unidos, he tenido la suerte de estar en contextos donde siento que ser mujer, o pertenecer a una minoría por ejemplo “mujer latina en Estados Unidos” es algo que las empresas quieren, respetan y valoran.
En Chile, trabajando para The Canvas Group, tuve la suerte de que con Pedro y Marcelo (ex socio y socio actual en The Canvas Group), existía una preocupación por la igualdad, siendo un tema conversado y trabajado. En este sentido, la mayor diferencia es que en Estados Unidos estoy en una empresa más grande donde existen grupos formales como los “ERG” (Employee Resource Group), grupos creados para las minorías. Tienes “LatinX”, “Women” “Women in product development” entre otros. Gracias a estos ERG, tengo acceso a mentorías con mujeres que me están ayudando a desarrollar mi carrera. Esta es la mayor diferencia, en Chile es un aspecto que queda fuera del espacio laboral. En Estados Unidos se habla, es importante y se toma acción, porque es parte de quien eres como profesional, lo que traes y lo que ofreces.
Yo creo que lo bonito es que el corazón del “Design Thinking” o del “Human centered design” tiene que ver con equipos multidisciplinarios.
En la innovación corporativa y el diseño, se trata de abrazar la diversidad y buscar los diferentes puntos de vista que van a enriquecer lo que hacemos. Buscan traer un nuevo valor y aportar algo más a los procesos actuales. Es aquí donde hay un gran espacio, la invitación ya está hecha y es el corazón del producto.
Mientras más empresas decidan trabajar con esta metodología, más importante será escuchar distintas voces. Es aquí donde las mujeres tenemos mucho que aportar. En estos contextos se abre el espacio para estar y ser parte de estas conversaciones ¿Qué es lo que hay de nuevo? ¿Qué es lo que necesita nuestro cliente? ¿Cuáles son las nuevas tendencias que deberían venir?
Finalmente, este proceso es inclusivo en todo sentido, no solo en género, sino que en todos los ámbitos.
¿Cómo no se vio afectado? Lamentablemente, si comenzamos por lo más dramático, tenemos el aumento del femicidio y la violencia intrafamiliar que se vivió exacerbado por las personas que estuvieron hacinadas.
La salud mental de todos se vio afectada, pero lo más impactante en el caso de las mujeres, es que, además, las estaban matando. Si queremos hablar del mundo laboral, primero tenemos que hablar de lo que nos pasó como género.
Leí una publicación acerca de un estudio que realiza el seguimiento del progreso de la mujer en el ambiente laboral. Entre los resultados destaca el hecho de que las madres trabajadoras siempre han tenido un “doble turno”: un día completo de trabajo, seguido de horas dedicadas al cuidado de los niños y la labor doméstica.
El artículo además resalta el hecho de que como resultado de esta dinámica, más de una de cada cuatro mujeres está contemplando lo que muchas hubieran considerado impensable hace apenas seis meses: reducir sus carreras o dejar la fuerza laboral por completo.
Finalmente, con el mensaje que me quedo es que “esta es una emergencia para las empresas. Se corre el riesgo de perder mujeres en el liderazgo, futuras mujeres líderes y deshacer años de progreso hacia la diversidad de género”.
La pandemia incrementó aún más la diferencia de roles y evidencia como persiste el equivocado concepto de que el trabajo del hombre es más importante que el de la mujer. En este sentido tuvimos un retroceso.
Ahora que el tema sale a la luz. La pregunta siguiente es ¿Qué vamos a hacer para cambiarlo? ¿Qué van a hacer las empresas para ayudar con este tema? Esta es la realidad y es más crítica y dura que otras veces.
Que lo hagan y se atrevan, vale totalmente la pena. Es duro, no es fácil salir de Chile, financiarlo, armarse y cuestionar esto. Si es que lo hacen solas o con pareja, no es fácil armar este proyecto, pero las invito a que se atrevan.
Tenemos que darnos permiso como mujeres de seguir nuestros sueños, seguir lo que nosotras queremos, independiente de lo que eso signifique. No importa si hablamos de estudiar en el extranjero, de desarrollarse como mamá, como profesional, abrir tu propio negocio, lo que sea. Tenemos que luchar por eso y dar el paso.
No tengo recuerdos de haber estado tan asustada como cuando vine a Estados Unidos. Me decía a mí misma “no tengo nadie allá, voy a partir de cero, vendí todo, renuncié a mi trabajo”, es como el dicho “Go big or go home”, estaba muerta de susto y al final está tomando forma.
Ya van a ser casi 2 años y estoy feliz, porque siento que estoy yendo hacia donde quiero llegar y eso es súper gratificante. Estoy siendo fiel a mí misma. Siento que muchas mujeres no se han permitido ser fieles con ellas mismas, ser honestas con lo que realmente quieren. Si eso significa un camino diferente a lo tradicional, está bien, es válido y mi mayor consejo es que lo escuches y te des el permiso de hacerlo.
Yo no me arrepiento de haber hecho esto, estoy súper feliz y veremos que nos depara el camino en el futuro.
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